miércoles, 25 de enero de 2017

¿Qué nos pasa en el embarazo?¿Y posparto?


Tenemos muchas futuras mamás esperando cada día consejitos que puedan aliviar sus dudas. Así que para poder llegar a todas a la vez, vamos a realizar unos cuantos artículos sencillos sobre realidades básicas de las que muchas veces no se hablan.

Lo primero que tenemos que entender es lo que sucede en el cuerpo de una mujer cuando espera a "mini piel".

Lo normal es que el aumento de peso se produzca de forma gradual: durante el primer trimestre aumenta 0,5 kg por mes; durante el segundo trimestre, 1-1,5 kg por mes, y en el último trimestre, unos 2 kg por mes. Al final de un embarazo la mujer debería engordar un total de 9-12 kg.

Otro problema se produce en el ámbito vascular: por presión del útero sobre las venas pelvianas se dificulta el retorno venoso y se favorece el estancamiento de sangre, apareciendo varices en las piernas.


La aparición de hemorroides es otra dolencia frecuente durante la gestación debido a la presión creciente del feto y a la mayor irrigación sanguínea de la zona genital, que provocan inflamación de las venas del esfínter anal. Este problema se agrava si tenemos en cuenta que la mujer gestante tiende a presentar estreñimiento.


Aumento del deseo sexual. Con los niveles de estrógeno por las nubes, los pechos sensibles y dos tallas más grandes, y mayor flujo sanguíneo en el área vaginal, es de esperar que el deseo sexual se vuelva un sube y baja.

Cambios en tu flujo vaginal. En el embarazo puedes tener un flujo blancuzco o transparente y sin olor llamado leucorrea. Su apariencia es similar a la de tu flujo vaginal normal, pero en mayor cantidad. Gracias a su contenido acídico, la leucorrea te ayuda a prevenir infecciones y el crecimiento de bacteria en el área.

Encías sensibles y sangrado. Las hormonas del embarazo son también responsables de que las encías se hinchen y sean más sensibles. Un sangrado severo requiere atención, pues puede ser señal de otras complicaciones. La mala higiene dental en el embarazo puede tener riesgos serios, incluyendo parto prematuro y pérdida del embarazo.

Sangrado en la nariz. Debido al exceso de flujo sanguíneo en el cuerpo durante el embarazo, los vasos sanguíneos se expanden y pueden darse sangrados nasales leves.

Posparto


Después del parto empieza el puerperio, que dura unos 40 días, tiempo que tarda el útero en recuperar su volumen y su peso habitual, que ha de pasar de 700 a 70-80 g. El cuerpo de la mujer empieza a recuperarse, pero existe una serie de trastornos. Inmediatamente después del parto empieza la expulsión del material depositado en la cavidad del útero (loquios), por lo que es importante cuidar la higiene íntima durante estos días.

Hacia el tercer día sube la fiebre hasta 38,5 ºC, la temperatura local de los pechos también se eleva y se muestran turgentes y doloridos; se vuelven hipersensibles y el simple roce con el sujetador puede llegar a molestar: es la señal de la subida de la leche.

La episiotomía, pequeño corte de la zona entre la vagina y el recto que se suele realizar en la fase de la expulsión del parto y el corte que se practica en el abdomen en el caso de la cesárea, produce sensación de comezón y molestia. Para su curación se debe lavar con agua templada, aplicar un antiséptico y secar sin frotar, mejor con un secador.

El tránsito intestinal se enlentece y no se restablece hasta los 4 días después del alumbramiento.

En el 75-80% de los casos aparecen hemorroides debido al esfuerzo del parto, aunque, como ya se ha mencionado, pueden aparecer durante el embarazo. Las del parto desaparecen en unos dos meses, pero mientras duran se deben lavar con agua templada y aplicar alguna crema que reactive la circulación sanguínea de la zona.

En la mitad de los casos surge incontinencia urinaria que dura 15-20 días. Para superarlo existen unos ejercicios de contracción y relajación de los músculos implicados.

Por último, mencionar la depresión posparto, que es una melancolía que afecta al 70% de las mujeres durante los primeros días después del parto. La mujer se siente vacía y llora con facilidad. Fisiológicamente es debido a la repentina pérdida de hormonas; psicológicamente es debido a la tensión nerviosa sufrida en el parto, a la ruptura del equilibrio que se había creado entre la madre y el niño en el curso del embarazo, y al hecho de tomar conciencia del estado de ser madre.

¿No está nada mal todo lo que sucede en un cuerpo en 9 meses verdad? No podemos nunca desatender las necesidades ni las inquietudes de una mujer embarazada.

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